Se entiende por estilo educativo, el conjunto de ideas, creencias, valores, actitudes y hábitos de comportamiento que los padres mantienen respecto a la educación de sus hijos. La familia es la principal influencia socializadora sobre los niños, los cuales moldean la personalidad comunicándoles modos de pensar y formas de actuar.
Existen diferentes clasificaciones sobre la forma que cada familia elige y predomina en su forma de educar. Brevemente, explicaré uno a uno con sus características y consecuencias:


Los padres permisivos a pesar de mostrar una relación cálida y afectuosa con sus hijos, éstos van a presentar una carencia de normas delegando en otros la educación de sus propios hijos, mucha flexibilidad en horarios y sintiendo indiferencia (ni premios ni castigos). Como consecuencia, serán niños con inseguridad y falta de confianza en sí mismos, una baja tolerancia a la frustración y cambios frecuentes de humor.
Por último, el estilo de los padres sobreprotectores, mostrándose excesivamente preocupados y nerviosos cuando el hijo hace algo sin su ayuda o supervisión, dándoles demasiados premios y evitando discusiones, ocasionan que el niño desarrolle un concepto de sí mismo muy deficiente al no haber podido poner a prueba su competencia personal, serán en el futuro personas muy dependientes y con actitudes egoístas.
No existe una única manera buena de hacer las cosas, ni siquiera podemos decir que una sea más correcta que la otra. Sin embargo, el estilo que los padres adopten a la hora de educar a sus hijos va a condicionar la calidad de la relación con ellos y marcar la exitencia o no de conflictos familiares.
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