Se define el TDAH como un Trastorno del Desarrollo de Atención e Hiperactividad.
Se diagnostica en infantil, afectando en torno al 5% de los niños. Presentan una falta de atención y problemas para concentrarse pudiendo distraerse con mucha facilidad, cometiendo errores y llegando a molestar a los que tiene a su alrededor (haciendo preguntas sin parar y sin ser capaces de respetar el turno de palabra).
Aunque es cierto, que los niños en estas edades actúan en ocasiones de esta manera, sobre todo al estar nerviosos, sólo los que presentan TDAH muestran estos síntomas durante un mayor periodo de tiempo asociado a: dificultad del aprendizaje, ansiedad, trastorno de conducta,..
Las causas por las que un niño presenta TDAH pueden ser: - Genéticas. Estudios científicos han demostrado que los hijos de padres con un TDAH tienen hasta un 50% de probabilidades de sufrir el mismo problema.
- Lesiones cerebrales. Provocadas durante el parto (por falta de oxigeno), durante el nacimiento (por infecciones intrauterinas, parasitarias,..)
- Orgánicas. Desequilibrio en ciertas regiones del cerebro encargadas de trasmitir mensajes. Un ejemplo, podemos encontrarlo en la dopamina (relacionada con la enfermedad del Parkinson o con la tendencia al alcoholismo) que funciona como un neurotransmisor en el cerebro y afecta al proceso de aprendizaje, memoria y atención.
Las dificultades que presentan los niños con TDAH aumentarán o disminuirán en relación al ambiente familiar, es decir, pautas que sigan los padres para crear un entorno estructurado y organizado; como controlar los horarios y evitar una estimulación excesiva pero que a la vez le permita descargar su exceso de energía.
