lunes, 18 de abril de 2011

Estimulación temprana: ¿herramienta de desarrollo o fábrica de súper bébes?

Éste es el titulo que una revista infantil propone ante la estimulación infantil y que en la actualidad profesionales proponen a los padres para un buen desarrollo de sus hijos.
En la actualidad el estudio del cerebro y sus funciones nos ha brindado el conocimiento de que el ser humano nace con un sinfín de potencialidades que son sensibles de estimular para lograr habilidades en edades precoces.
Los padres tienen hoy diferentes herramientas para que sus hijos maduren de forma divertida, pero de ninguna manera hay que depositar en estas técnicas expectativas irreales, ya que los avances en su desarrollo dependerán de las pautas propias de cada bébe, de sus intereses, de la forma en que se le presenten los estímulos y la forma en que se logre que los aprendizajes sean significativos para su mundo.

La tarea de los padres debe dirigirse no sólo a sesiones de estimulación temprana para que el niño permanezca activo; sino en participar dinámicamente, extendiendo las técnicas en casa, adaptándose a los cambios que presenta su hijo y marcando objetivos más complejos cuando se haya conseguido un logro, es decir, partir de un punto particular para más adelante ir hacía uno general.
La estimulación temprana es el conjunto de actividades con bases psicopedagógicas que se aplican con programación secuenciada.

Según la revista Tip baby, se recomienda aplicar esta estimulación desde los 45 días después de haber nacido el bébe hasta los 3 años de edad, aunque existen modelos que se extienden hasta los 6 años, tomando como base el período más sensible de desarrollo del cerebro infantil.

La estimulación temprana trabaja con las capacidades cognoscitivas, psicomotrices, emocionales y psicosociales-adaptativas. E intenta impulsar en los pequeños: experiencias más ricas, exploraciones , fomento de la confianza y la independencia para comprender de manera concreta lo que sucede a sus alrededor.
Es indispensable respetar la edad cronólogica de los chicos sin presionarles a cumplir retos que todavia no les corresponden. Esto ya lo hemos mencionado, todos los niños son diferentes por lo que la manera de trabajar no siempre es la misma.  La mejor manera es seleccionar actividades libres que se adapten al niño y mientras los padres poder observarlo para conocerlo y aprender cuales son las habilidades que poseen sus hijos, llegando así a metas más rápidamente.



                                                                                                          Fuentes: Revista Tipbaby

domingo, 17 de abril de 2011

¿Es bueno leer un cuento una y otra vez?


Basándome en el texto expuesto en guiainfantil.com, pasaré a comentarlo y dar mi opinión.
 
'Ota vez, ota vez...', eso decía mi pequeña cuando le contaba un cuento o le ponía una canción que le gustaba. Eso pasaba con sus películas infantiles preferidas, con los libros que ella siempre los llevaba debajo del brazo, con las canciones que la hacían bailar hasta caerse al suelo... Al principio, eso de repetir y repetir una y otra vez cada cosita, nos preocupó algo a su padre y a mí, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que era positivamente estimulante para su lenguaje y vocabulario.

¿A que sabes de lo que estoy hablando? Seguramente a tu hijo le despierta la misma excitación y entusiasmo por escuchar una y otra vez algún cuento o canción que le gusta. Charlando con otras madres, me di cuenta que en sus hogares es algo también muy habitual, especialmente con los hijos más pequeños.
Además de
favorecer el lenguaje y fomentar el vocabulario de los niños, la repetición también ejercita su memoria. Me acuerdo que mi hija sabía de memoria muchos diálogos de los cuentos que yo le contaba. Y lo mismo con las películas. Así son los niños, así es como aprenden a decir las primeras palabras o a hablar otro idioma... ¡con repeticiones! Un estudio realizado por la Universidad británica de Sussex revela que repetir una y otra vez el mismo cuento es muy positivo para el aprendizaje de los niños
.
La investigación expuso a dos grupos de niños de 3 años al aprendizaje de dos palabras nuevas. Cada una de las nuevas palabras eran palabras inventadas para designar un objeto desconocido. Durante una semana, uno de los grupos de niños escuchó tres historias diferentes con estas palabras y el otro grupo sólo una historia varias veces con las mismas palabras nuevas. Tras la semana, se notó que los niños que habían escuchado sólo un cuento se acordaban mejor de las nuevas palabras que los niños a los que habían escuchado tres historias distintas.
La primera vez que un niño escucha un cuento, se preocupa en comprender la historia; la segunda, percibe los detalles y la descripción, y así sucesivamente. Así que, la próxima vez que tu hijo te pida que le
leas un cuento una y otra vez, aunque te parezca algo aburrido, piense en los beneficios que eso representa para su lenguaje
.


¿Quién no ha leído o visto un libro o una película más de una vez?
Todos alguna vez lo hemos hecho, porque había algo en ese libro o en esa película que nos gustaba, nos llamaba la atención y hacía que estuviésemos de buen humor.
Pues esto también les ocurre a los pequeños de la casa, cuando dicen que quieren volver a escuchar el mismo cuento o volver a ver esa serie de dibujos que tanto les gusta.
Si bien es cierto que los niños lo aprenden todo a base de repeticiones constantes.
Aunque a nosotros un cuento ya nos pueda parecer aburrido, a los niños les puede resultar de lo más interesante.
Según Debbie Wright, psicóloga clínica y profesora de educación: “los niños escuchan los sonidos y la entonación de las palabras y predicen lo que vendrá después”, por eso es tan importante que los profesores de Educación infantil sepan contar cuentos en sus clases.
Querer escuchar el mismo cuento cada noche es similar a sentarse cada día en la misma silla de la guardería o del colegio, pedir el mismo plato de comida para cenar,..

Así que, si los niños nos piden que les leamos el mismo cuento…no les diremos que no.

viernes, 15 de abril de 2011

Importancia del período de adaptación

Cuando se produce en nuestra vida algún cambio, necesitamos un tiempo de adaptación para poder hacernos a la idea de que algo ha cambiado y que debemos habituarnos a una nueva situación para poder sentirnos cómodos con ella, pues esto es lo que se produce en los niños cuando deben ir por primera vez a la guarderia o al colegio.
Por lo tanto, el período de adaptación es el período de tiempo que cada niño o niña necesita para poder adaptarse a una situación nueva para él o ella: deben habituarse a nuevos horarios y normas.
La incorporación de los niños /as a la escuela infantil es un gran acontecimiento para que se de lugar su desarrollo integral.
Supone un importante cambio para los niños ya que implica ampliar su pequeño mundo saliendo del entorno familiar donde éste ocupa un papel determinado, con una forma determinada de comunicarse y con un espacio que conoce, que le da seguridad y protección, y todo ésto va a modificarse.
Suele ser un período malo para los padres y sobre todo para la madre, pues supone llantos de los niños de no querer separarse de los padres e incluso pueden sentir que éstos les está abandonando.
Es importante que se lleve al niño todos los días para no hacerle más díficil esta transición, sin embargo no hay que agobiarle, por ello los padres también deben mostrar convencimiento y confianza a la hora de acompañar al niño para que sienta que se queda en un lugar seguro.
Otro punto muy importante es la comunicación con los profesores, cualquier información que les ayude a conocer menor al niño será buena.
Por lo tanto, no solo se debe adaptar el niño, sino que también se adaptan los padres y los profesores.

Por último, entender que cada niño es diferente y que por lo tanto, unos se adaptan más deprisa que otros, solo hay que dejarles espacio y el tiempo que necesiten para una buena adaptación.
Al poco tiempo, sabremos que se han adaptado cuando se los vea a gusto con sus compañeros y su profesor /a y que pueda expresarse emocional y libremente.

lunes, 4 de abril de 2011

Cuando la tensión de los padres se transmite a los hijos..

Las discusiones familiares se manifiestas en algún momento de la relación. Muchas parejas no son capaces de encontrar una solución para esos problemas que les surgen y sin embargo permanecen juntas a pesar de la falta de armonía que existe, de tal modo que con el paso de los días se incrementa la tensión que experimentan con momentos dolorosos y que afectan a terceras personas, por ejemplo, a los hijos.
Se ven directamente afectados cuando se les hace parte de esos problemas, depende de cómo los padres manejen la situación los niños actuarán de una u otra forma:
. Buscarán identificarse con uno de sus padres, idealizándole.
. Uno de los padres, de forma inconciente por la desagradable situación, intentará ganarse su cariño poniendo en contra al otro.
En estos casos se produce una triangulación, conocida como una experiencia difícil, especialmente cuando los hijos son de corta edad.
Po lo tanto, las parejas deben darse cuenta de las consecuencias que puedan perjudicar al pequeño, ya sea discutiendo solo cuando los niños no estén presentes a fin de no involucrarlos o mostrándoles el amor incondicional padres-hijo sin que pueda demostrar los reproches que pueda tener con el progenitor.
Y lo más importante es que: los responsables de mantener al margen a los hijos de conflictos de pareja son los padres.

domingo, 3 de abril de 2011

Entrevista sobre los estilos educativos

He realizado una entrevista a familias anónimas acerca de la forma de educar que éstos muestran hacía sus hijos. Decidí averiguar que estilo educativo, de los cuales ya hemos visto anteriormente, se asemeja a cada figura. Recordemos que eran los estilos: asertivo, autoritario, permisivo y sobreprotector.

Los padres tienden a ponerse de acuerdo respecto a la educación de sus hijos, pero no olvidemos que cada uno tiene una manera de pensar y no siempre se parece a la del otro.
No me ha sorprendido mucho el resultado, pues lo he visto bastantes veces; uno de los dos es asertivo y el otro permisivo.

En el caso del estilo asertivo, éste favorece la autonomía del niño ya que se utiliza una comunicación efectiva y bidireccional, repartiendo a la vez disciplina y normas. Lo que no se ve en el padre permisivo ya que no ofrece la orientación y pauta que el niño necesita para ser autónomo.
Si alguien está interesado en realizar un cuestionario acerca de los estilos educativos, pinchar aquí.